Oye Como Va (Santana, 1970)
Para los
cubanos, la música del guitarrista chicano Carlos Santana es más cercana de lo
que sospechen: desde hace décadas, su Incident at Neshabur es el tema de
presentación y despedida del Noticiero Nacional Deportivo, y el álbum
Supernatural musicaliza casi todo el telediario dominical.
Sin embargo, quizás
la primera canción de Santana que fue popular en Cuba fue el pegajoso Oye cómo
va, la versión latin-rock de un mambo largamente acreditado al pailero boricua
Tito Puente, inspirado a su vez en el Chanchullo del bajista cubano Israel
“Cachao” López.
“Oye cómo va, mi ritmo… Bueno pá gozar,
mulata…”, reza el estribillo que desconcertó a un público anglosajón incapaz
de entender o traducir toda la sabrosura de aquel alarde. Hubo hasta quien le hizo
lecturas racistas, pero por suerte, más elocuente que el texto son las notas
que puntea Santana.
Incluida en el
disco Abraxas (1970, el mismo que contenía la monumental Black Magic Woman), Oye
cómo va catapultó al guitarrista directo al puesto 13 del Billboard Top 100, e
igual clasificó en las carteleras de ryhtm&blues, y fue uno de los hitos del
Festival de Monterrey-1967, el mismo donde los estadounidenses “descubrieron” a
Jimi Hendrix besando al cielo, y algo más.
Salvo que Santana
logra sacarle a su guitarra el sonido de una flauta, la canción conserva el tempo
del chachachá que le imprimió Puente al original de 1963. Este, a su vez, tenía
el tumbao patentado por Cachao en Rareza de Melitón, composición de 1937 que
luego cambió su nombre a Chanchullo.
También se
dice que la referencia a la mulata tiene su origen en la canción Las Mulatas
del Cha Cha Chá, de Evelio Landa y grabada en 1955 por Benny Moré y su Banda
Gigante, con el célebre estribillo de “¡Gózalo mulata!”.
El arreglo de Santana
tributa a la cuerda del latin rock del cual fue el gran abanderado. Aparte de
su guitarra eléctrica, le puso un órgano Hammond B-3 y una batería rockera, salpicada
por la sección de metales de Puente, siendo el todo un sui generis chachachá rockero
con algo de blues y mucho sabor.
Aparte de
Santana, este clásico latino ha sido ampliamente versionado por monstruos como Cheo
Feliciano y Julio Iglesias, el efímero rapero mexicano Gerardo, e incluso
Natalie Cole en su reciente álbum en español, nominado a un Grammy Latino en
2013.
En la versión
de Santana, el legendario guitarrista apenas ronronea al inicio la palabra “sabor”,
siendo Gregg Rolie, su tecladista por entonces, el encargado de cantar los sencillos
versos, fáciles de memorizar y corear. Pero repito, en esa explosión de ritmo,
lo de menos fue la letra…
Comentarios
Publicar un comentario