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Mostrando entradas de julio, 2013

Light my Fire (The Doors, 1966)

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Si algún día la vida me lleva al parisino cementerio Père Lachaise, buscaré en su sexta división una tumba con el epitafio griego “ Kata ton daimona eaytoy” , o sea, “fiel a sus demonios”. Ahí, donde supuestamente yacen los restos de Jim Morrison, le rendiré tributo cantando el tema insignia de su banda, el kilométrico “Light my Fire”… Aunque pensándolo bien, ese acto de guataquería póstuma tal vez sea contraproducente, pues a Morrison no le gustaba demasiado esa canción y era reacio a interpretarla en vivo, quizás porque apenas tuvo que ver con su composición. Aunque el crédito es atribuido generalmente a su banda, The Doors, este clásico fue escrito por el guitarrista Robby Krieger y el solo inicial de órgano es obra de Ray Manzarek. Pero Jim lo cantó como nadie. Esta canción –producida por Paul Rothchild, grabada en septiembre de 1966 y lanzada como single un mes después- es todo un himno del rock psicodélico, tanto por su letra sobre una pareja queriendo volarse e incendiar

“Pata, Pata” (Miriam Makeba, 1957)

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Ahora que el mítico Nelson Mandela lucha nuevamente por su vida, nos viene a la mente una canción universalizada en su lengua natal, el idioma “xhosa”: se trata del “Pata, Pata”, que la diva surafricana Miriam Makeba compuso en 1957 y fue la última que cantó, instantes antes de morir de un paro cardiaco el 10 de noviembre de 2008. Aquel baile caló de inmediato pese a una letra incomprensible más allá del pegajoso “pata, pata”, que no alude a extremidades inferiores ni a palmípedos hembras, pues significa algo así como “toca, toca”. Makeba   demoró casi una década en grabarlo, y cuando lo hizo se asesoró con el célebre jazzista Hugh Masakela, quien lo sacó de las chabolas de Pretoria y lo convirtió en todo un himno de la llamada “World music”. El resultado fue un éxito folklórico que ascendió hasta el puesto 12 en la lista Billboard de Estados Unidos en 1967, en plena efervescencia del rock psicodélico y de una experimentación musical cuyo rebuscamiento contrastaba con la delici

Smoke in the Water (Deep Purple, 1972)

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La localidad suiza de Montreux acogió por estos días el mítico festival de jazz que reúne anualmente a la crema de ese género y otros afines, como el blues, el folk y algo del rock. Se sintió la ausencia de su fundador, Claude Nobs, muerto a inicios de año en un accidente. Sin embargo, “Funky Claude” no murió del todo, pues además de su legado, quedó inmortalizado en la letra de un clásico que tiene, quizás, el “riff” de guitarra eléctrica más conocido del mundo: Smoke in the Water… La poderosa canción que identifica a la banda británica Deep Purple nació precisamente en Montreux, y su historia se cuenta sola: estaban los músicos en un casino junto al lago Geneva, donde el gran Frank Zappa se presentaba con su banda Mother of Invention, cuando un fanático lanzó una bengala que incendió todo el lugar. Aquello desató el pánico, y aunque Zappa pedía calma, el caos reinó inevitablemente. El propio Nobs confirmó que la canción fue una descripción precisa de lo que pasó aquel 4 de dici

Take on me (A-ha, 1985)

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Si usted no es el próximo gran falsete del pop, cuídese en los karaokes de dos canciones que son particularmente exigentes en sus agudos, inalcanzables para los simples mortales: el “Eloise” de Tino Casals, y una pieza obligada en cualquier antología ochentera, el “Take on me”, del trío noruego A-ha… Mientras Tino se circunscribió a la Movida Madrileña, A-ha fue famoso mundialmente gracias a este clásico que triunfó a la tercera, pues sus dos lanzamientos previos como singles pasaron sin pena ni gloria. Su hora les llegó en 1985, con un parpadeante y revolucionario video-clip que marcó un hito en la historia de las promociones musicales. “Take on me” abrió el álbum “Hunting High And Low”, primero oficial de A-ha. Es lo que se conoce como “one-hit wonder”, canciones que siendo quizás su único éxito, bastaron para inmortalizar a un artista o agrupación. El tema parece un pretexto para enseñar hasta dónde podía llegar Morten Harket con su voz de Farinelli inmaculado. Una voz que,