Hey Jude (Beatles, 1968)
Mucho demoraron
los Beatles en aparecer en esta sección, porque no lograba decidir cuál de sus
clásicos sería el primero en contar aquí. Al final comprendí que son tantos los
hitos musicales del cuarteto de Liverpool, que cualquier tema serviría, aunque siempre
habrá quien prefiera otro.
Y da la casualidad
de que el 26 de agosto pasado se cumplieron 45 años del lanzamiento como single
de un himno de la “beatlemanía”, quizás su tema más coreado y popular, versionado
como pocos y con un trasfondo muy íntimo, polisémico y confortante: Hey Jude.
Con una
duración de 7:11 minutos, aquel sencillo rompió con lo que se entendía como tal
en el mercado discográfico, pero le allanó el camino a otros kilométricos
éxitos, como el “Layla” de Eric Clapton, o el “American Pie” de Don McLean.
Tan solo el
"na, na, na, na" final se lleva cuatro minutos hasta irse en fade, pero
en esta canción cada segundo está justificado. El coro es repetido 19 veces, y
lo que comienza con un solitario piano culmina con toda una sinfónica de 50
instrumentos.
“Hey Jude” fue
además el primer sencillo del sello discográfico Apple Records, creado por los
Beatles junto a su manager Brian Epstein, que había muerto casi un año antes, víctima
de una sobredosis accidental de barbitúricos.
Grabado entre
el 31 de julio y el 1 de agosto de 1968 en los estudios Trident de Londres, el
single salió primero en Estados Unidos, y cuatro días después en el mercado
británico. Tras salir, encabezó por tres semanas seguidas las listas de éxitos
del Reino Unido, y desde entonces ha vendido unas ocho millones de copias.
Si bien está
acreditada al binomio Lennon/ McCartney, se sabe que la escribió Paul para
consolar a Julian, el hijo de John, a raíz del divorcio del autor de
"Imagine" y Cynthia Powell.
El propio
Julian, a quien llamaban Jules, no supo hasta 20 años después que Paul se había
inspirado en aquel duro trance familiar para componer aquella pieza maestra,
himno de amor y esperanza.
De hecho,
Jules confesó que solía andar más con Paul que son su padre, quien por entonces
comenzaba su idilio con Yoko Ono, y además andaba en un viaje místico por la India, que resultó un
fiasco.
Hasta John
creía que la canción iba de lo suyo con Yoko, relación que muchos consideran
catalizó la desintegración de los Beatles.
"Hey
Jude, no lo tomes a mal, toma una canción triste y mejórala" canta Paul en
un memorable video promocional filmado en vivo y dirigido por Michael
Lindsay-Hogg en el show The Frost Progamme.
El viejo Paul
lo cantó nuevamente en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, y es un tema
inevitable en casi cada antología, tributo o descarga en que los Beatles salgan
a relucir. O sea, constantemente.
Excelente post...Saludos
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