El Gran Varón (Willie Colón, 1986)


Si Omar Alfanno hubiera escrito la desgarradora historia de Simón ahora y no hace casi tres décadas, seguramente le cambiaba un par de cosas, aunque solo fuera por librarse del tribunal de la corrección política, esa suerte de Inquisición. Pero “El Gran Varón” nació en 1986, y ni al compositor panameño ni al salsero Willie Colón podía pedírseles otra cosa en aquella época…
Analizada en la distancia, lo que pretendía ser un llamado a respetar lo diferente pecaba de condescendiente y de estereotipar una preferencia. El concepto del gay como un “palo que nace doblado” cuyo tronco jamás endereza ratifica el machismo predominante en un género como la salsa, incluso cuando pretende ser consciente, como la defendida por el propio Colón y el panameño Rubén Blades.
Pero negarle valores a “El Gran Varón” sería injusto, no solo por su gran arreglo, si no por atreverse a contar el drama de Simón y su padre Andrés en aquellos años de desmadre y ruptura que fueron los 80. Además, abordó el duro tema del SIDA, esa “extraña enfermedad” que inquietó a la humanidad, y creó conciencia sobre la necesidad de una vida sexual más responsable.
Sin embargo, al componerla Alfanno no pretendía pontificar; simplemente quería contar la historia real de un amigo del bachillerato, que huye de un entorno que lo forzaba a reprimir su identidad sexual, y muere al cabo del tiempo en un hospital de California. “Simón es lo único ficticio, del resto es una historia fiel a la realidad”, ha confesado Alfanno varias veces.
Además, la trama de la canción coincide en tiempo con el drama que la inspiró, aunque el autor se adelantó al desenlace: cuando Omar la escribe, su amigo aún convalecía en un hospital de Los Angeles. Pero necesitaba un cierre, de ahí la estrofa “En la sala de un hospital, de una extraña enfermedad, murió Simón. Es el verano del 86, al enfermo de la cama 10 nadie lloró”. Y de nuevo asoma la homofobia su oreja peluda en esta moraleja: morir solo como destino y castigo a la vez…
La canción llegó a Willie casi de casualidad. El trombonista neoyorquino sacó de un apuro a Alfanno en México D.F., donde el panameño se presentaba con su grupo, Los Sembradores del Sur. Colón le prestó los instrumentos para que pudiera tocar y evitar una demanda, y cuando Omar fue al camerino a agradecerle, le cantó El Gran Varón. Willie quedó impactado por la letra, y medio año después logró que Alfanno le permitiera grabar el tema. El resto es historia…
 El “Malo del Bronx” incluyó la canción en Top Secrets, su último disco con Fania Records. El artista la grabó en 1989 con el grupo Legal Alien, pero nunca imaginó que triunfaría, justamente por los prejuicios. Aunque generó controversia, nunca fue censurada, encabezó listas de éxitos e incluso recibió un premio humanitario otorgado por los diseñadores Oscar de la Renta y Carolina Herrera.  
“La canción tenía una verdad, y la combinación de la música y la letra fue un argumento muy contundente”, comenta su intérprete. Como dato curioso, Colón grabó dos versiones en las que cambia las fechas en que nace y muere Simón. Solo eso. Habría que ver si ahora le cambiaría algo más, y si el resultado sería, con todo y sus imperfecciones, un clásico capaz de poner a bailar y a pensar también.


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