Take on me (A-ha, 1985)


Si usted no es el próximo gran falsete del pop, cuídese en los karaokes de dos canciones que son particularmente exigentes en sus agudos, inalcanzables para los simples mortales: el “Eloise” de Tino Casals, y una pieza obligada en cualquier antología ochentera, el “Take on me”, del trío noruego A-ha…
Mientras Tino se circunscribió a la Movida Madrileña, A-ha fue famoso mundialmente gracias a este clásico que triunfó a la tercera, pues sus dos lanzamientos previos como singles pasaron sin pena ni gloria. Su hora les llegó en 1985, con un parpadeante y revolucionario video-clip que marcó un hito en la historia de las promociones musicales.
“Take on me” abrió el álbum “Hunting High And Low”, primero oficial de A-ha. Es lo que se conoce como “one-hit wonder”, canciones que siendo quizás su único éxito, bastaron para inmortalizar a un artista o agrupación. El tema parece un pretexto para enseñar hasta dónde podía llegar Morten Harket con su voz de Farinelli inmaculado. Una voz que, sin embargo, fue lo que menos importó a la disquera Warner Bros para apostar por los noruegos. 
Jeff Ayeroff, un ejecutivo de esa compañía, sabía el potencial de una cara bonita, y le garantizó a A-ha recursos y tiempo para filmar el video. Así, un single que apenas dos años atrás había sido un fiasco, alcanzó el número uno en 27 países, incluyendo Estados Unidos. En Inglaterra solo fue superado por Jennifer Rush y “The power of love”.
Fue precisamente en Londres, en 1982, donde nació la primera versión del tema, con el título de “Lesson One”. Magne y Pal Waaktaar habían llamado a Harket, a quien ni siquiera habían oído cantar, para formar un grupo. Eran tres adolescentes con un teclado raído, una mala guitarra acústica y una voz insospechada. “Toquen algo”, pidió Harket, y Magne le soltó el riff que luego identificaría a su canción insignia. Enseguida supieron que tenían algo…
Un año después la re-escribieron, y la lanzaron como “Take On Me”, con un anodino video filmado sobre fondo azul, que apenas les garantizó un tercer puesto en las listas noruegas. Terry Slater, su astuto manager, sugirió grabarla nuevamente, con el productor Alan Tarney, quien enriqueció el tema con más instrumentación y mucha, muchísima energía. Pero la clave, insisto, fue aquel fantasioso video, inspirado en el filme “Altered states”.
La trama giraba alrededor de una joven que entra en una historieta, cuyo protagonista es perseguido por dos motoristas con una llave inglesa, en secuencias visualmente muy dinámicas, para seguirle el ritmo al veloz riff de teclado de Magne Furuholmen. Es memorable la escena donde Harket y la actriz Bunty Bailey miran dentro y fuera de los mundos reales y animados a través de un espejo.
Steve Barron, responsable del “Billie Jean” de Michael Jackson, dirigió esta joya filmada con la técnica de rotoscopio. El animador Mike Patterson pasó 16 semanas dibujando sobre  las filmaciones hechas previamente con el trío y los actores. Fueron en total unos tres mil fotogramas individuales, en blanco y negro, como un comic musicalizado devenido material de culto.
Y si el video no se pone viejo, tampoco la voz de Harket, que ya pasó la media rueda, y aún se atreve en vivo a escalar las dos octavas y media del estribillo con el asfixiante: “I'll beeeeeee gone, in a day or… twoooooooo…”

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