Sweet Home Chicago (Robert Johnson, 1936)


Hoy saldaré mi deuda con la persona que inspiró estos textos, un colega cuyos artículos sobre rock  hicieron historia en Prensa Latina: donde quiera que esté, al maestro Jorge Smith le gustaría leer la historia de Sweet Home Chicago, el clásico del blues que inmortalizó Robert Johnson.
Poco antes de su inesperada muerte, el viejo Smith me hizo prometerle que le pasaría unas canciones de Johnson. Pero entre una cosa y otra lo fui postergando, sin sospechar que pronto mi camarada se iría a escuchar a los padres fundadores del género al Más Allá.
De este virtuoso del blues apenas existen un puñado de grabaciones, y las dos más famosas son el Crossroads Blues, que décadas después revitalizaría Cream con Eric Clapton a la guitarra; y Sweet Home Chicago, para muchos el blues más famoso y versionado de todos los tiempos.
El 23 de noviembre de 1936, en la habitación 414 del Hotel Gunter en San Antonio, Texas, Johnson grabó una versión del Kokomo Blues, canción escrita por Scrapper Blackwell, Davis Madlyn y James Arnold. El guitarrista hizo par de arreglos y en vez de Kokomo, ciudad de Indiana célebre por sus semáforos, le cantó a aquel Chicago de gángsters, licor y vodevil.
Los versos de Johnson han propiciado múltiples lecturas, sobre todo por una mención a California que no tiene ni pies ni cabezas. Para algunos, fue solo un error geográfico del autor; otros creen que describe un destino ideal para los negros que huían del racismo y la pobreza sureña; y también se dice que el buen Robert, oriundo de Missisipi, evocaba quizás un viaje a casa de un pariente lejano que vivía en Puerto Chicago, California.
Johnson murió a los 27 años de edad, víctima de un whisky envenenado, y no hay constancia de que alguna vez hubiera ido a Chicago. Sin embargo, la canción se convirtió en un himno de la ciudad, meca del blues eléctrico y cuna de leyendas como Buddy Guy, uno de los grandes que la ha cantado.
Otras estrellas que versionaron Sweet Home Chicago fueron Fletwood Mac, Steve Ray Vaughan, Eric Clapton, The Blues Brothers,  B. B. King y hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien fuera senador por Illinois, el estado que acoge a la Ciudad de los Vientos.
Por cierto, su autor acabó en la miseria, pero Sweet Home Chicago hizo muy rico a Stephen LaVere, un empresario californiano que en 1973 logró que una media hermana de Johnson, senil, firmara un documento cediéndole la mitad de las ganancias de la música del legendario “bluesman”. Algunos, para no pagar regalías, alegan que Johnson la tomó de otros…  
Tacañerías aparte, nadie cuestiona que Johnson hizo suyo este clásico de fe, anhelo y añoranzas, que ahora sirve para recordar a un gran referente del periodismo cultural en Cuba: el irreverente e inolvidable Jorge Smith.

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