Light my Fire (The Doors, 1966)
Si algún día la vida me lleva al parisino cementerio Père Lachaise, buscaré en su sexta división una tumba con el epitafio griego “ Kata ton daimona eaytoy” , o sea, “fiel a sus demonios”. Ahí, donde supuestamente yacen los restos de Jim Morrison, le rendiré tributo cantando el tema insignia de su banda, el kilométrico “Light my Fire”… Aunque pensándolo bien, ese acto de guataquería póstuma tal vez sea contraproducente, pues a Morrison no le gustaba demasiado esa canción y era reacio a interpretarla en vivo, quizás porque apenas tuvo que ver con su composición. Aunque el crédito es atribuido generalmente a su banda, The Doors, este clásico fue escrito por el guitarrista Robby Krieger y el solo inicial de órgano es obra de Ray Manzarek. Pero Jim lo cantó como nadie. Esta canción –producida por Paul Rothchild, grabada en septiembre de 1966 y lanzada como single un mes después- es todo un himno del rock psicodélico, tanto por su letra sobre una pareja queriendo volarse e incendiar...